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Delia Tetrault |
Délia Tétreault nació el 04 de febrero de 1865, en
el seno de la familia Tétreault-Ponton, sus padres Alexis y Celina fueron
bendecidos por la llegada de mellizos en la pequeña ciudad de Sainte
Marie-de-Monnoir (ahora Marieville) Provincia de Québec.
El hermano de Délia era robusto y sano, ella era
contrariamente muy débil y con pocas probabilidades de vida, sin embargo, fue el
niño varón quien murió meses más tarde.
La madre de Délia, al enfermarse la confió a sus
padrinos quienes fueron sus segundos padres.
Delia siendo niña, tuvo un sueño profético relatándolo
así: “Vi un trigal de bellas espigas doradas que se extendían hasta perderse de
vista, en un momento determinado, las espigas doradas se convirtieron en cabezas
de niños de diferentes nacionalidades”. Quedando impresionada, comprendió que
todos esos niños eran aquellos niños que no conocían a Jesús.
Así, después de 20 años de espera, Délia realizó el
sueño de su vida, la fundación de su Congregación Religiosa Misionera al
servicio de la Iglesia Universal. Un 1902 inicia su obra Primero fundando una
escuela apostólica que formara misioneras, luego un Instituto Religioso. El celo
de Délia T. no conoció “límites”, durante los 30 años de actividad misionera se
encomendó a la Providencia de Dios... Abrió 36 casas, 19 en Oriente: China,
Japón y Filipinas, 16 en Canadá y 1 en Roma. Despertó en sus compatriotas el
interés por ayudar en las Obras Pontificias de la Propagación de la Fe y de la
Santa Infancia. Colaboró en la fundación de un Seminario para las Misiones
Extranjeras. Editó en 1920 la revista “Precurseur” (Precursor) que se sigue
publicando actualmente.
En 1883, una parálisis la postró en cama por 8 años,
pese a su estado de salud jamás dejó de estar lúcida ni de alentar a sus
misioneras con sus cartas en todos los rincones del mundo donde se
encontraban. Un 1ero. de Octubre de 1941 se apagó apaciblemente la vida de
Delia. Mujer, madre y fundadora que siempre expresó a sus misioneras que la
Virgen María, fue la que “hizo todo” por ella y por su Instituto.
“En acción de Gracias, Marial y
Misionera”